Este paper lo he presentado a la revista INVI de la Universidad de Chile y no ha sido seleccionado.
He pensado en revisarlo y mandarlo a otro journal, pero, lo he escrito sintiendo una gran pena por la toma de viviendas en Buenos Aires, años atrás, que ha generado tanta violencia. Una situación que se repite, lamentablemente. Mi objetivo era la revisión de distintas situaciones de territorialidad, en diversos países y ver las consecuencias.
Finalmente, decidí dejarlo así, sin revisión alguna y compartirlo con mis lectores. Como no tiene referato, pido por favor que si lo citan, no olviden mi nombre y pueden poner como referencia el link de este post. Espero entonces que sea de utilidad a muchos.
Resumen
Dadas sus propiedades
y dimensiones, la territorialidad es de interés en múltiples disciplinas, como la
psicología ambientalista, arquitectura, sociología, planificación urbana, antropología,
física. Este artículo propone un recorrido interdisciplinario sobre
territorialidad y conflicto, que complementa las posturas cientificistas
actuales, donde el trabajo de arquitectos y urbanistas no se sustenta sólo en
el desarrollo de formas geométricas absolutas.
La relación entre
población y terrenos no es estable; históricamente se han producido migraciones
en gran escala. Estas dinámicas urbanas, cuando no son planificadas, pueden
ocasionar conflictos habitacionales, si las identidades colectivas y
territorialidades son amenazadas. La persistencia de los choques étnicos,
sociales y culturales, ha estimulado el interés en el estudio de los reclamos
territoriales, cuyas razones han permanecido oscuras o con distintas
explicaciones según el punto de vista con que se lo enfoque.
Este tema será
analizado a través de distintas clasificaciones y ejemplos internacionales que
nos conduzcan a la reflexión y búsqueda de dialécticas positivas entre las
partes.
Abstract
Given its properties and dimensions, territoriality
is of interest in multiple disciplines, such as environmental psychology,
architecture, sociology, urban planning, anthropology, physics. This article
proposes an interdisciplinary tour on territoriality and conflict, that
complements the current scientificist positions, where the work of architects
and urbanists is not only based on the development of absolute geometric
shapes.
The
relationship between population and lands is not stable; historically,
migrations have taken place in great scale. These urban dynamics, when they are
not planned, can cause housing conflicts, if the collective identities and
territorialities are threatened. The persistence of ethnic, social and
cultural disputes, has stimulated interest in the study of territorial claims,
which reasons have remained dark or with different explanations according to
the point of view with which they are approached. This subject will be
discussed through different classifications and international examples that
lead us to reflection and searching for positive dialectics between the
parties.
Palabras Clave
Migraciones.
Territorialidad. Grupos sociales. Identidades. Conflictos
Keywords
Migrations.
Territoriality. Social groups. Identities. Conflicts.
1. INTRODUCCIÓN
“Long before we arrived at our house, we saw smoke and then a tent….(….)
It was situated near the road, at the far end of our front yard, under a
pin oak that was a hundred years old, very near the spot where home plate
belonged…..
The Spruills had taken control of half our front yard….Two sides of the
tent were open, and I could see boxes and blankets lying on the ground under
the roof….(…)
Mrs. Spruill was tending a fire, hence the smoke. For some reason, she
had chosen a slightly bare spot near the end of the yard. It was the exact spot
where Pappy or my father squatted almost every afternoon and caught my
fastballs and my curves. I wanted to cry. I would never forgive Mrs. Spruill
for this.” John Grisham, A Painted House. 2001, USA.
Hay diferentes tipos
de territorialidades y no hemos de pensar que operan bajo las mismas reglas.
Uno de los cuestionamientos es si el comportamiento territorial es innato o
aprendido. La psicología americana sostiene que es primariamente el resultado
del aprendizaje bajo factores ambientales; sin embargo, también podría haber
causas biológicas basadas en la evolución humana.
El punto de vista
antropológico y psicológico se basa en reacciones humanas instintivas de
carácter adaptativo al medio ambiente, que nos han permitido sobrevivir. Esta
propensión a la búsqueda de hábitats adecuados, heredada de nuestros ancestros, contiene un esteticismo implícito, ya que
ellos no tenían medios infalibles para lograr la seguridad y fertilidad de un
hábitat particular; no les era posible analizar muestras de suelos ni evaluar
los niveles de crímenes; todo lo que podían hacer era examinar una cantidad de
indicadores ambientales válidos para su experiencia de sobrevivencia.[1]
Es probable que las
primeras elecciones se hicieran también sobre pautas de accesibilidad a
alimentos y agua. Los psicólogos han llevado a cabo experimentos controlados en
niños y adultos a fines de descubrir qué medio ambiente preferían. Entre los
niños, el preferido era el de sabana, mientras el desierto ocupaba el último
lugar. Los jóvenes que habían experimentado vivir en otros medio ambientes,
como las forestas, seleccionaban forestas y sabanas por igual. Las conclusiones
han mostrado que existe una tendencia innata a elegir la sabana, como una
expresión del legado del éxito de adaptación de nuestros ancestros, mas cuando
los sujetos adquieren experiencia, esta preferencia se modifica.[2]
La evaluación, si
bien instintiva, no ha sido casual; el paisaje de sabana más abierto obliga a
la formación de grupos humanos para defenderse. Por el contrario, un hábitat
distinto implica un cambio de comportamiento que también se verifica en los
animales: en la selva, o en un bosque cerrado, el animal tiene más
posibilidades de acechar y esconderse al ser acechado, por lo tanto el
comportamiento emergente es de tipo individualista.
Algunos territorios
son considerados valiosos porque proveen acceso al mar o a rutas de comercio o
controles estratégicos. Más allá de las causas prácticas, un territorio se
disputa con orgullo y honor cuando es parte de la identidad nacional, de las
raíces históricas de su comunidad, de sus eventos cívicos, religiosos y
culturales. Básicamente, los territorios se marcan con la unión de grupos
étnicos y son asignados con un valor psicológico que excede la proporción de su
valor intrínseco económico y estratégico.
La territorialidad
como necesidad innata del hombre ha cambiado con el tiempo; el sedentarismo
modificó las prácticas de delimitación de fronteras y la creación de
autoridades jurisdiccionales.
Si bien en el SXXI
los conflictos internacionales han declinado –en comparación con las épocas de
conquistas- aún persisten conflictos internos muy difíciles de resolver que
tienen sus consecuencias en el mundo de la globalización: capitales, bienes,
poblaciones, han incrementado su movilidad reduciendo así la importancia de los
límites geográficos.
La persistencia de
los choques étnicos, sociales y culturales, ha estimulado el interés en el
estudio interdisciplinario de los reclamos territoriales, cuyas razones han
permanecido oscuras o con distintas explicaciones según la disciplina con que
se lo enfoque.
2. DEFINICIÓN
Y CLASIFICACIÓN DE TERRITORIALIDAD
En términos
generales, ¨Territorialidad¨ es la teoría que establece que el hombre, desde su
origen, posee el impulso biológico de delimitar, marcar y defender su
territorio, de todos los extraños, dejándolos excluidos al menos
selectivamente; este principio se extiende desde los individuos a los grupos
sociales, étnicos.
Algunos
investigadores, sostienen que para las tribus nómadas, sin ganado o prácticas
agriculturales, la territorialidad estaba basada en obtener alimentos, desde
los árboles, hierbas o animales; ellos obviamente tenían control sobre esas
tierras pródigas en alimentos; para la teoría evolucionista, los territorios
consistían en áreas defendidas contra los intrusos. Pero, si superponemos la
necesidad de comida, encontraremos que los territorios se superponen, el modelo
fluctuaría según la disponibilidad de bienes y refugio. Si los territorios
fueran estables, entonces no hay cuestiones, estamos ante la figura de
¨propiedad.¨
Es entonces la noción
popular que la territorialidad es parte de la conducta humana y animal que es
activada por ciertas circunstancias críticas, no necesariamente la invasión del
inmueble considerado propio por miembros ajenos al grupo, sino también
amenazas, como enfermedades aisladas, plagas.[3]
La teoría se extiende a todos los niveles, el mismo comportamiento del
individuo se puede verificar en el grupo social, el pueblo, la ciudad, la
Nación, aunque, como veremos más adelante, la interpolación no es directa ni
estricta.[4]
Antropólogos y
geógrafos, que ven la territorialidad en largos espacios de tiempo a través de
diferentes culturas, consideran dos dimensiones de la misma: la delimitación de
fronteras y el comportamiento dentro de estos límites definido como el
ejercicio del control de la gente y sus relaciones en un área geográfica.
Estas dimensiones han
variado a través del tiempo, y en la ciencia política, sociología y relaciones
internacionales actuales, la territorialidad no se ve tanto en términos
espaciales como en legislaciones.[5]
Kahler propone otras
sub-dimensiones de variantes: los individuos y grupos pueden distinguirse entre
su arraigo territorial o su desarraigo; su identificación con un territorio
particular y la precisión e intensificación de esa identificación. Por ejemplo,
los inmigrantes por razones económicas muestran poca identificación con su
tierra de origen, pero las diásporas tienen una gran afinidad a la patria
natal, un sentimiento que a veces puede ser más mítico que real, pero no por
ello deja de tener implicaciones de comportamientos significativos.
Los geógrafos definen
¨territorio¨ como un espacio apropiado por un grupo social para asegurar su
reproducción y la satisfacción de sus necesidades; el territorio se construye a
través del espacio multiescalar, o sea, puede ser aprehendido en diferentes
niveles de la escala geográfica: local, regional, nacional, plurinacional,
mundial, siendo el nivel más elemental la vivienda, cualquiera sea, desde un
vagón de ferrocarril hasta una mansión[6]
que representa la prolongación territorial de nuestro cuerpo que funciona entre
el ¨yo¨ y el mundo exterior.
El nivel siguiente
(local) es el de los territorios próximos: el pueblo, el barrio, el municipio,
la ciudad. Todos ellos conservan el apego y afección de quien los habita.
A continuación, los
territorios intermediarios tienen como arquetipo la región, cuyos límites son
más difíciles de definir y contenidos dentro de la nación. Jiménez cita a
Frémont para establecer una subclasificación de regiones:[7]
1) Fluídas: son las
poblaciones nómadas y seminómadas, como las de cazadores y recolectores.
2) De arraigo: son
las viejas civilizaciones campesinas.
3) Funcionales:
dominadas por las ciudades y grandes metrópolis.
El último nivel del
territorio está dado por el espacio Estado-Nación donde predomina la dimensión
político-jurídica que no excluye la cultura e involucra cuestiones étnicas, en
palabras de Jiménez ¨un espacio
cuasi-sagrado metonímicamente ligado a la comunidad nacional.¨ [8]
Los territorios
supranacionales y de globalización conforman una paradoja conceptual, por asociarse
a la desterritorialización, opuesta a las formas tradicionales de
territorialidad, mas por otro lado son una nueva forma de apropiación del
espacio.
3. MIGRACIONES
Y METROPOLIZACIÓN
Un país puede
definirse por sus bordes geográficos, pero en la práctica esta situación se confunde,
volviéndose la madre patria un concepto cambiante en el tiempo. A veces existe
una falta de coincidencia entre el arraigo a la tierra de origen y el país de
residencia, que conduce a disputas incluso de orden internacional; no obstante,
las migraciones no anulan el sentido de pertenencia a la patria. También un
país puede dividirse bajo secesiones o extenderse en asentamientos fronterizos.
En cualquiera de estos casos se producen conflictos. Un claro ejemplo de estas
ambigüedades lo refleja Catalunya: citando a Peter Sahlins, Kahler describe el
caso en 1989 de las villas catalanas vecinas que se enfrentaban entre sí a
través de la frontera francesa-española, la política local podía involucrar al
gobierno nacional y a su vez, éste generaría estrategias fronterizas; en 2012,
la independencia de Catalunya parecía ser un hecho ¨La última encuesta del
Centro de Estudios de Opinión (CEO) indica claramente un incremento de
catalanes partidarios de la independencia de Cataluña. ¨ [9]
Martinotti explica
que el desarrollo metropolitano en EEUU y Europa a partir de la I Guerra
Mundial se genera por dos grupos poblacionales: los habitantes y los
¨conmutadores¨, que trabajan y consumen, pero no viven en la ciudad. Estos dos
grupos, fueron creciendo y alejándose a la vez, para dar lugar a una segunda
generación de metrópolis que incorpora a los usuarios (visitantes), que no
viven, no trabajan allí, pero sí
consumen en ella. Esta población adicional no ha afectado en mucho la
estructura y ecología social de la ciudad, y en nada ha modificado la forma
urbana. Sin embargo, el acceso a automóviles, produjo una gran expansión de los
visitantes que permanecen sólo en áreas públicas.[10]
Esta gran afluencia
de personas, incluyendo los habitantes ilegales, no se verifican en los censos
nacionales, lo cual permite que los nuevos establecimientos de emigrantes pasen
desapercibidos en una cierta proporción que dependerá del país en cuestión. No
se puede precisar concretamente debido a que los análisis están enfocados en
edificios cuyos habitantes son declarados como estables.
Los conflictos entre
usuarios, trabajadores y habitantes no son evidentes, ya que los dos primeros
grupos no interfieren en las áreas residenciales, a no ser que exista un barrio
turístico.
Los conflictos
importantes se generan con inmigrantes de países vecinos que ven en la
productividad una oportunidad para establecerse en el lugar definitivamente,
muchas veces en forma ilegal. De allí surgen las nuevas fragmentaciones de
viviendas en habitaciones, que se siguen rentando, incluso por el sistema de
¨cama caliente¨, es decir, por horas o días.
La competencia entre
estas distintas poblaciones y las funciones urbanas, dejan siempre a sus
habitantes por derecho en una posición de desventaja, claramente afectados por
la mayor demanda de trabajo, de consumo –que automáticamente afecta a los
precios- y por supuesto de vivienda. Martinotti encuentra una consecuencia
seria en estos conflictos: los gobiernos locales son elegidos por los
residentes, pero los intereses económicos de la metrópolis dependen cada vez
más de poblaciones que no cuentan
políticamente desde el punto de vista de la ciudad misma.[11]
A modo de ejemplo en
América del Sur, precisamente sobre metropolización y demanda de vivienda en
Argentina, es notorio ver que históricamente los inmigrantes limítrofes sólo
cuentan con un pequeño porcentaje de propietarios. Veamos algunas cifras que
muestra la investigadora Mariela Ceva, según el segundo censo nacional argentino
de 1895 :
¨Si consideramos el total de bolivianos en el
país, para 1895 eran 7361, de ellos un 9,5% propietarios; paraguayos 14562, con
8%; brasileños 24725, con 8%; Chilenos 20594 con 9,1%; uruguayos 48650, con un
8%. En la Ciudad de Buenos Aires los bolivianos eran los que presentaban el
porcentaje más elevado; en segundo lugar los seguían los paraguayos, chilenos,
franceses, peruanos y uruguayos. La situación es aún más llamativa, si se
compara el porcentaje de acceso a la propiedad de todo el grupo extranjero, que
es de un 4,65% menor al que observaban los bolivianos.¨ [12]
Siguiendo el modelo de metropolización de Martinotti, se ha registrado que el
ingreso de los migrantes en el mercado de trabajo argentino empezó en áreas
limítrofes y trabajos temporarios en las cosechas, para pasar posteriormente a
zonas urbanizadas y al área metropolitana de Buenos Aires. Al día de hoy, casi
4000 viviendas han sido tomadas en la Ciudad de Buenos Aires, arrojando el
último censo poblacional 1.150.134
habitantes en casas ocupadas ilegalmente, concentradas cerca del distrito
administrativo y productivo de la Capital. De esta población, el 22.6% ha
declarado que considera el peor perjuicio convivir con otras familias, dejando
en segundo lugar la precariedad de las viviendas.[13]
Este fenómeno también
se da en EEUU, a medida que transcurre el SXX, incluyendo migraciones internas
cuyas consecuencias más terribles se vieron plasmadas en la implosión de las
viviendas sociales de Pruitt Igoe, St Louis (1972)[14]
(Fig.1), el número de inmigrantes
limítrofes es cada vez mayor y el regreso de algunos miembros de la comunidad
extranjera, si bien se vió modificado por la facilidad de los medios de
transporte, siempre ha sido temporal, implicando llevar el dinero recaudado al país
de origen; en otras palabras, existe un objetivo económico que en la mayoría de
los casos se sigue sin importar las consecuencias, entre ellas, la
discriminación, la falta de vivienda digna.
Muchos emigrantes no
sienten ya deseos de volver, y se organizan para lograr cambios positivos
–identidad colectiva progresiva-. En este caso, hablamos de
¨reterritorialización¨, basada en la dispersión espacial de los integrantes de
una comunidad madre y sus adaptaciones a las condiciones de su nuevo habitat.
Este habitat se da entonces como resultante de construcciones sociales que
forman parte del imaginario del bienestar y fortalecen la identidad del grupo.[15]
Fig.1
Implosión de Pruitt Igoe. Escena de la película The Pruitt Igoe Myth. De
2. TIPOS DE
ASENTAMIENTOS
Sin ser exclusiva
esta situación de los inmigrantes, e incluyendo aquéllos que sufren de carencia
de viviendas, la toma forzosa de inmuebles se verifica dentro de estas típicas
opciones:
Ocupación de
inmuebles de propiedad fiscal
Ocupación de terrenos
públicos
Ocupación de
inmuebles privados (Fig. 2)
Ocupación de
inmuebles en construcción que asumen como legalmente propios
Residencias en
viviendas con particiones
Loteos clandestinos
En cualquiera de los casos,
vemos las siguientes manifestaciones y consecuencias: falta de documentación
legal de propiedad, falta de planificación e infraestructura, precariedad de
las construcciones, fragmentaciones espaciales que afectan la ecología del
paisaje, creación de nuevas barreras físicas –plantas[16],
muros, alambrados, obstáculos-, generación de barreras psicológicas,
diferencias morfológicas muy acusadas como el volumen u otras cualidades (contraste
en altura o textura entre edificios contiguos).[17]
(Fig. 3)
Fig 2. Hotel
Fortaleza, Buenos Aires. Tomado por 40 personas. Foto de International Alliance
of Inhabitants. Publicada en Julio de 2010
Fig
3. Los bordes de jardines se extienden ilegalmente sobre la playa pública de
Newport Beach, California, para evitar que la gente se acerque a las viviendas
de playa. Foto de Don Bartletti para Los Angeles Times.
3. TERRITORIALIDAD
Y CONFLICTO
Otro enfoque es
considerar los territorios como una manifestación de la naturaleza social del
hombre; así, hay otra forma de agrupación que en antropología social se
denomina ¨sodalidad¨ (sodality) que une gente sin lazos familiares o raciales,
que comparten un propósito específico –cultural, económico, religioso, etc-,
que frecuentemente se integran a través del espacio, no necesariamente siendo
vecinos pero sí estando en contacto. Cuando se trata de tribus, estas
relaciones intertribales se aprovechan para entrar en guerra con otras. La pura
necesidad de defensa colectiva, establece como principio la identificación de
un miembro con su grupo.
Entre los ejemplos de
nuestro interés, hemos visto este accionar entre grupos de gente de distinta
procedencia que se unen para usurpar tierras pertenecientes a otros,
generalmente aduciendo la falta de viviendas (Fig. 4). Según la teoría de
sistemas complejos, estaríamos ante una bifurcación: un suceso aleatorio se
produce (crisis por carencias habitacionales), el que induce al sistema a
reorganizarse ocupando áreas ¨de nadie¨, peligrosas, sin control. Por otro
lado, los habitantes legales se sienten más seguros si existe algún tipo de
límite –físico o virtual-. Los límites físicos son percibidos por medio de
señales que los pueblos identifican y adquieren un significado y carga emotiva,
a tal punto que pueden generar un conflicto armado donde el accionar humano ya
no se puede explicar en términos de conducta racional y conduce a la muerte de
algunos.
Fig
4. Toma del Parque Indoamericano, Buenos Aires, diciembre de 2010. Foto de
Rodrigo Llauró. En Nuestra Mirada. Red Social de fotoperiodistas
iberoamericanos.
Una situación actual
que lamentablemente ilustra lo explicado, es la demolición de la villa precaria
(slum) de Makoko, en Lagos, Nigeria (Fig. 5). A la sombra del puente más largo
de África (Third Mainland Bridge), desde el SXVIII se comenzaron a erigir
frágiles cabañas de madera para pescadores; a lo largo de los años, la villa,
que puede ser vista desde el puente que conduce a los distritos ricos en tierra,
ha crecido ilegalmente con desmesura; la gente se desplaza en canoas sobre el
lago que contiene desechos de todo tipo. El gobierno nigeriano, en Julio de
2012 les dió a los pobladores un aviso de sólo 72hs para que abandonen sus
viviendas que serían demolidas con la visión utópica de construír una suerte de
¨Venecia.¨ Estas demoliciones, declaradas ilegales por no contar el gobierno
con lugares o viviendas donde trasladar a la gente, tienen su antecedente en
2005. Nada logró el grupo de insurrectos que intentó defender la villa de ser
arrasada: el líder fue asesinado por la policía.
No se sabe aún el
destino habitacional de los pobladores, entre los que se cuentan, por supuesto,
mujeres y niños; como hemos explicado anteriormente, el sentido de grupo se
solidarizó y se está planeando construír una escuela flotante para los niños.
Fig
5. La villa flotante de Makoko. Foto de John Gambrell en dailymail.co.uk
4. ABORDAJES
DEL ANÁLISIS DE LOS CONFLICTOS
TERRITORIALES
Esta situación de
identidad colectiva defensiva en relación a los asentamientos se puede analizar
–entre otras- de tres formas:
a) Con el modelo de
análisis sintáctico, según propone Hillier, se forma una estructura espacial
bipolar entre dos dominios: aquél de los habitantes por derecho propio y el de
los extraños.[18] Es un punto de vista
sociológico que aborda directamente el modo de obtención de la información que
los individuos tienen de las estructuras espaciales urbanas. Estas sincronías
son un proceso cognitivo que articula dos niveles de formación de la ciudad: el
vertical de creación de las formas y el lateral, o proceso de relación
forma-función, como ciudades, asentamientos vividos. [19]
b) El modelo de
análisis morfológico –urbano- surge a mediados de los años ´80 como el
movimiento de ¨Nueva Ciencia,¨ que incluye la teoría del caos, complejidad y
otros conceptos afines que son actualmente reforzados con la utilización de
softwares de simulaciones de comportamientos urbanos.
La organización del
sistema socio-urbano es plausible de representación y modelización (Fig. 6). Si
los espacios son generados como ¨proyecciones externas¨ de procesos mentales y
sociales, separadamente de la dimensión espacial física, hemos de tener en
cuenta -además de los lazos sanguíneos,
raciales, históricos, folklóricos- el medio ambiente construido –calles, parques,
estacionamientos, viviendas- ya que el pensamiento y la memoria se sustentan en
las formas que nos rodean, las que organizamos según nuestra percepción
espacial[20].
Cuando el
establecimiento territorial de unos, genera conflictos con los derechos de la
territorialidad de otros, se produce una desestructuración espacial. Los
objetivos analíticos, según estos conceptos, podrían ser:
Hallar la interfase
entre los elementos cerrados, fijos (los edificios existentes) y los no fijos
(precarias carpas en terrenos abiertos)
Hallar rugosidades
del tejido urbano
Hallar regularidades
en los bordes
Hallar lagunas en el
tejido urbano
Hallar relaciones
jerárquicas
Hallar
fragmentaciones o discontinuidades a distintas escalas
Fig 6. Modelización
de crecimiento urbano con la incorporación de usos de tierra, mediante el
software DUEM de Cellular Automata. Trabajo de la autora, archivos personales.
c) En la psicología
profunda, los conceptos utilizados en los análisis de los procesos sociales
están definidos desde una perspectiva subjetiva, como el concepto de identidad,
cuyo aspecto más importante es la experiencia de quién es uno y cómo reacciona,
más que un conjunto de rasgos objetivos (como el sexo, lenguaje materno, color
de la piel, creencias religiosas)[21].
Desde la psicología, Thomas Jordan ofrece esta definición:
¨El concepto de
territorialidad se define como el deseo de un sujeto (individuo o grupo) de marcar un territorio
dentro del cual el sujeto cree que tiene
un derecho legítimo para definir reglas, por ejemplo, de acceso y utilización
del mismo (este territorio es mio/nuestro). El territorio se asocia normalmente
a un sentimiento de familiaridad, afecto y seguridad. El individuo se puede
identificar con un territorio en el sentido de que la asociación con un
territorio particular (barrio, ciudad, país) se vive como un aspecto central de
la propia definición del individuo.¨ [22]
El análisis
psicológico falla cuando se intenta trasladar el comportamiento individual al
de grupo, pero por supuesto sería asimismo erróneo considerar que la psicología
del individuo es irrelevante para el grupo.
Jordan, establece que
el aspecto psicológico de la territorialidad está estrechamente relacionada con
la necesidad humana de mantener una identidad estable, mas Gledhill también
advierte que no todos consideran el fortalecimiento de sus organizaciones socio
culturales, sus tradiciones, como solución a sus problemas económicos y de
discriminación.
En este marco
teórico, hay tres puntos de vista diferentes[23]:
a) la formación de un
sistema de identidad;
b) el fortalecimiento
de la identidad cuando es amenazada por las contradicciones internas y
c) la defensa del
sistema de identidad frente a amenazas externas.
Si ese sentimiento de
identidad se rompe, el individuo experimenta una fuerte ansiedad, porque su
sentimiento de existencia se siente amenazado; este patrón de reacción
emocional, es compartida por los miembros de su grupo[24]
y más aún, si hay múltiples focalizaciones de conflictos territoriales, se
produce una suerte de reacción en cadena.[25]
¨Esta mezcla de la
identidad individual y colectiva implica que el individuo con frecuencia
confunde, sin darse cuenta de ello, el mundo interno de las emociones y
significados personales con el mundo externo. Esto puede llevar, por ejemplo, a
una persona que vive (subconscientemente) con ansiedad su propia habilidad para
defender su integridad a vivir esta cuestión como un problema de la habilidad
de la colectividad (por ejemplo, su país) para defender sus fronteras frente a
las amenazas externas.¨[26]
El modelo más fuerte
dentro de esta clasificación sería la diáspora, cuyo aferramiento a la madre
patria es un factor crucial entre otras comunidades de inmigrantes. La noción
del lenguaje, la religión, las costumbres y el folklore influencian las
emociones enfatizando la lealtad, más profunda que la de aquéllos que residen
en el país de origen. La desterritorialización física no implica que el
simbolismo y la cultura se han perdido; ¨se puede abandonar físicamente un
territorio sin perder la referencia simbólica y subjetiva al mismo a través de
la comunicación a la distancia, la memoria, el recuerdo y la nostalgia.¨[27]
5. LOS NÚMEROS QUE LLEVAN AL CONFLICTO
Edward T. Hall, en su
libro The Hidden Dimension (La Dimensión Oculta) explica el fenómeno de
superpoblación en un experimento de John B. Calhoun con ratas. En 1946,
Calhoun, un psicólogo investigador, estudiando las dinámicas poblacionales,
introdujo en un recinto exterior de un cuarto de acre situado en un terreno en
Towson, Maryland, EEUU, cinco ratas preñadas con bastante comida. Durante 28
meses observó el crecimiento de la población de ratas; la falta de espacio e
imposibilidad de migración, generó en ellas, agresividad, depresión, desviación
sexual, canibalismo, luchas y muerte.
La sobrepoblación es
un término referido a las condiciones en las cuales la densidad de población
aumenta a un límite que provoca el deterioro del medio ambiente, de la calidad
de vida de la población y más allá de la destrucción del hábitat, hay carencias
de agua, alimentos y vivienda. Algunas de las consecuencias psicológicas y
sociales son la tendencia a dominar espacios, la depresión, la violencia, el
stress, peleas con familiares y vecinos, casamientos, divorcios, abandono de
las escuelas, incesto, entre otras.
Los historiadores
estiman que para el SXVII había medio billón de humanos sobre la tierra. En
1930, se alcanzaban dos billones; los demógrafos de las Naciones Unidas estiman
que nuestra población será de 10.5 billones para el año 2050. Con un promedio
de crecimiento de 80 millones de personas por año, hay que sentirse alarmado:
las reservas se agotarían, billones desearían salir de la pobreza y emigrar a
países en desarrollo. En las proyecciones de las Naciones Unidas, India, si
bien ha sido uno de los primeros países en establecer fuertes políticas de
control de la natalidad, excedería la población de China para el 2030. Sólo
India cuenta con aproximadamente 1.2 millones de habitantes, de los cuales
Delhi reúne 22 millones, ya que la gente ha emigrado desde los pequeños pueblos
y villas, ocupando enormes asentamientos no planificados.[28]
¿Qué diría Jane
Jacobs ante estas cifras? Recordemos que nos advertía que era una moda suponer
que planes de nuevas viviendas, escuelas, parques, hospitales limpios, no eran
suficientes para tener ¨buenos vecindarios,¨ y los porcentajes de delincuencia
eran independientes de la mejora del hábitat.[29]
Además debieran ser social y económicamente exitosos; el número de habitantes
para Jacobs serían unos 7000 por barrio o pueblo; ese número ideal, permitiría
que la gente se conozca y comparta actividades, ¨en un pueblo de 5000 o 10000
habitantes, si Ud va a Main st (análogo a las calles comerciales consolidadas
con negocios…), Ud se encuentra con gente que conoce del trabajo, o de la
escuela a la que fue, o que ve en la iglesia…..¨ Esta situación produciría
comunidades más cohesivas, pero el modelo no sería ideal en las grandes
ciudades ya que daría como resultado la destrucción de la ciudad, por
particiones en parcelas de pueblos.
Y, sorpresivamente
para 1961, Jacobs ya había reconocido la ciudad globalizada, sosteniendo que la
tendencia ¨actual¨ de los planificadores era preguntarse si los barrios en las
ciudades tienen algún significado, ya que sus habitantes son móviles, y la
gente puede juntar sus cosas y mudarse, trabajar en distintos lugares,
frecuentar distintos centros comerciales. Estas actividades de intercambio
fluído nos lleva de regreso a las cuestiones de metropolización y
conflicto…
6.
CONCLUSIONES
Ante lo expuesto,
hemos de concluír que la ciudad jardín planificada por Ebenezer Howard en el
SXIX con sus dos únicas variantes, -cantidad de viviendas en proporción a los
puestos de trabajo-, es al día de hoy una utopía. La globalización contribuye
en definitiva a la creación de nuevos asentamientos de personas cuyas identidades
son modificadas al desarraigarse del territorio de origen; paradójicamente, las
diásporas que hemos definido como el modelo territorial más fuerte, utiliza los
incentivos económicos y la comunicación intensiva de la globalización para reforzar
los vínculos con la madre patria.
Los avances tecnológicos
en comunicaciones tienen entonces su parte en los conflictos, que se tornan por
ellos menos asociados a cuestiones de vecindarios y restricciones geográficas,
alcanzando transacciones de larga distancia.[30]
Actualmente, los
conflictos internos –guerras civiles- han sido los más violentos en las últimas
décadas, sobrepasando los internacionales desde 1945. La reputación de un país
tiene su gran importancia, ya que la resolución de una crisis territorial
establece las bases para futuros casos; ceder territorio genera el peligro de
ser invadido nuevamente por otros grupos. Por supuesto, las relaciones entre
países-estados vecinos que interactúan conllevan más riesgo de entrar en
conflicto que aquéllos que están alejados. En otras palabras, hay más posibilidades
de enfrentamiento en la cercanía y en base a ello surgen las defensas
perimetrales en distintas escalas, desde el cerco de la vivienda hasta los
muros fronterizos. El alcance en escala local estaría dado por la superposición
de dos fuerzas militares adversarias.
Los conflictos
descriptos han sido estudiados por sociólogos dejando el tema de la
territorialidad a los antropólogos
estructurales, quienes lo han tomado como tema de interés continuo, enfocándose
en grupos sociales que se distribuyen en áreas definidas. Alternativamente, los
arquitectos interesados en morfología urbana, hemos desarrollado otros métodos
de análisis basados en relaciones multiescalares e interdisciplinarias,
considerando que la ciudad no es geometría pura, sino redes de conexiones
sociales dejando su huella en el espacio. El reconocimiento de la estructura
física de los asentamientos no planificados es importante para reconocer las
estructuras sociales que se materializan en construcciones precarias, sin
normas de habitabilidad, fundamentalmente porque no hay censos oficiales que
desentrañen esta situación, ni es fácil establecer una cantidad de habitantes
debido a la movilidad de las familias ocupantes, que siempre dejan el lugar a
otras.
Independientemente de
las formas de modelización y análisis que se propongan para estas formas
urbanas, muchos de estos problemas socio económicos dependen de la coexistencia
de capas urbanas donde debe ejercerse la moralidad pública.
Suttles afirma que en
EEUU, una gran proporción de la población falla en encontrar los standards
públicos establecidos para medir el mérito, la confiabilidad y respetabilidad;
muchos grupos locales han evitado comprometerse con estos ideales de moralidad
pública por la segregación territorial y racial.[31]
Con Makoko, vemos que la reconstrucción de la identidad del grupo se ha
tornado en la reconstrucción del territorio, sea éste un conjunto de canoas,
una escuela flotante; en el caso de Catalunya hemos visto que los conflictos
potenciales locales unidos a las estrategias nacionalistas, pueden acabar con
los esfuerzos de resolución de conflictos.
Es por ello necesario
desarrollar dialécticas constructivas que incluyan a los habitantes antagónicos
y sus gobernantes, en un regreso a la seguridad donde no existan amenazas,
donde la identidad colectiva pueda mantenerse a instancias de cubrir las
necesidades básicas. La confianza en uno mismo –que garantiza el éxito social-
se mantendrá en la medida que sepamos la forma de evitar ser físicamente
atacados. [32]
El estímulo para
lograr una auto imagen colectiva positiva, se debe iniciar en los jóvenes, a
través de asociaciones civiles, mentores para jóvenes, educación escolar
–generalmente incompleta para los ocupantes ilegales-.
Cito como ejemplo el
grupo de jóvenes de 4º,
5º, y 6º año del Instituto Cristo Obrero de Villa Soldati, Buenos Aires,
quienes, a pesar de sus carencias y vivir en un conjunto habitacional cuyo
predio fue tomado por la fuerza a fines del 2010, participaron de la IX feria
de la Universidad de Palermo, donde presentaron un análisis de vivienda
sustentable más el estudio morfológico urbano. Esta actividad ha generado
esperanzas, expectativas de un futuro mejor (Fig. 7).
Fig
7. Alumnos del Instituto Cristo Obrero,Soldati, Buenos Aires, 2010, presentando
su análisis urbano en la IX Feria de la Universidad de Palermo. Gentileza de su
profesora Ana Arias Roig.
La
devolución de los inmuebles usurpados es sumamente importante para restablecer
el orden y la auto confianza colectiva. En momentos más críticos los procesos judiciales
debieran actuar con agilidad, ya que la policía, de ser necesaria, sólo puede
intervenir bajo mandamiento judicial.
Si bien no es nuestra
intención discutir sobre políticas migratorias, son comprensibles los
sentimientos hostiles que generan las grandes inmigraciones a través de
fronteras permeables; algunas pautas de resolución, podrían estar basadas en
censos fehacientes, en la diplomacia, donde no prevalezcan medidas extremas
sumamente destructivas, como desocupaciones por la fuerza, la construcción de
fronteras fijas, las deportaciones masivas, sino que los individuos puedan
compartir actividades en forma productiva y realizar intercambios culturales
que surgen de los convenios entre gobiernos. En la escala barrial, las redes de
recursos comunitarios son una excelente opción para que los habitantes ilegales
participen de talleres, aprendan un oficio, logren salir de la marginalidad y
finalmente accedan a una vivienda justa y digna.
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of Minnesota Press. Minneapolis. 2007. P. 54 ISBN 0-8166-3877-2
[1]
Barrow, 1995, p. 91
[2]
Barrow, 1995, p. 92
[3] En
¨My Friends the
Savages. Notes
and Observations of a Perak settler (Malay Peninsula)¨, de Giovanni Battista
Cerruti (1908) sobre la tribu de los Sakai, se explica la formación de un
cordón sanitario con trampas y flechas envenenadas, para evitar que la tribu sea
contaminada por los enfermos aislados individualmente en chozas que serán su
sepulcro.
[4] También debemos
considerar la micro-escala, como ser un escritorio personal, el asiento de un
colectivo, el dormitorio, entre tantos ejemplos.
[5] Kahler, 2005,
p. 3
[6] Jiménez,
2001, p. 7
[7] Jiménez,
2001, p. 7-8
[8] Jiménez,
2001, p. 8
[9] “Concretamente,
cuando se pregunta si Cataluña debería ser una región de España, una comunidad
autónoma, un Estado de una España federal o un Estado independiente, esta
última respuesta no solo es la que ha subido más en los últimos cinco años,
sino que en este tiempo se ha multiplicado por dos.” Matas Dalmases,
2012
[10] Martinotti,
1996, p. 5-6
[11] Martinotti,
1996, p. 9
[12] Seva, 2006,
p. 13
[13] Castro. 2012.
La Nación.com
[14] Si bien
Charles Jencks anunció en 1977 que la implosión de Pruitt Igoe era el símbolo
de la muerte de la arquitectura moderna,
es bien sabido que la decadencia edilicia se debió fundamentalmente a problemas
políticos segregacionistas y sociales, entre ellos, los corredores y salones públicos
fueron ocupados por intrusos, gangs
sumamente peligrosos que atacaban a los residentes legales.
[15] Gledhill,
2008, p.20
[16] Lo que
antiguamente eran los cultivos como delimitación de territorio, en muchos casos
ahora son sencillamente plantas decorativas y esculturas.
[17] Escolano,
2006, p. 112
[18] Hillier,
1987, p. 217
[19] Escolano,
2006, p. 108
[20] Los límites
espaciales que nos conducen a la territorialidad no son tan estrictos. En la pequeña isla Tikopia, de Melanesia, los
isleños no tienen concepción del tamaño de la masa de tierra, y se han
preguntado si existe ¨alguna tierra¨ donde el sonido de las olas no pueda ser
escuchado. (Yi Fu tuan. Space and Place. Pág. 54. Minnesota,
2007).
[21]
Jordan, 1996, p. 33
[22] Jordan, 1996,
p. 33
[23] Jordan, 1996,
p. 34
[24] Jordan, 1996,
p. 35
[25] John Gledhill
menciona el ejemplo del estado de Oaxaca, México, donde se delibera los
derechos de los migrantes indígenas. A pesar de todo, existe una cierta
integración de los ausentes, siendo los resultados muy distintos según las
condiciones locales y las estructuras políticas que conforman las comunidades.
[26] Jordan, 1996,
p. 36
[27] Jiménez,
2001, p. 13
[28] Kunzig, 2011,
p. 43
[29]
Jacobs, 1992, p. 113
[30]
Kahler, 2005, p. 13
[31]
Suttles, 1973, p. 7
CONFLICTOS DE TERRITORIALIDAD: UNA VISIÓN INTERDISCIPLINARIA by Myriam B. Mahiques is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License.
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