Fig. 1. Google images
La inmaterialidad es más un estado mental que una cualidad tectónica. En la
teoría de la Arquitectura, inmaterialidad se refiere a virtualidad, la
representación de lo que no es tangible, la reducción de un edificio a sus
elementos esenciales, mientras que su tectonicidad se basa en la propiedad y
configuración de sus materiales componentes. En Arquitectura y pintura,
fundamentalmente desde que en los ´90s se generó el avance de la pintura
digital, inmaterialidad se refiere a la analogía entre diseños asistidos por
ordenador y/o realidad virtual, como reducción de lo físico en mundos
inmateriales. Pero ésta no es la regla...
Hay muchas posibles representaciones para los propósitos aquí expuestos,
pero recurrimos a dos pinturas y una foto solamente, ya que son muy
significativas.
René François Ghislain Magritte (21 de Noviembre, 1898 –15 de Agosto,
1967), fue un artista surrealista belga. Su trabajo frecuentemente muestra una
yuxtaposición de objetos ordinarios en un contexto inusual, otorgándoles nuevos
significados. En las pinturas de Magritte, la rosa (fig. 01), está pintada
realísticamente, pero de improvisto, el objeto es negado cuando comprendemos su
pista: es demasiado grande para el cuarto, nos remite a la casi completa
ocupación del espacio interior, el cuarto está allí, pero escondido; la rosa es
altamente sensitiva para el observador, en su color, textura y aroma. Se ha
vuelto tan importante que el cuarto pierde significación, excepto para
enfatizar la gran escala de la rosa.
Fig. 2. Google images
Fig. 3 Google images
Los objetos domésticos de Magritte en fig.02 están fuera de contexto
también, lo que nos sumerge en la incertidumbre; ellos invaden el espacio que
nosotros suponemos interior, pero no estamos seguros, porque la vista exterior
se superpone al interior; las paredes son el cielo, o mejor aún, una
representación de él, dado que las esquinas y el cielorraso están
materializados mostrando una cierta cualidad tectónica. Una situación similar
se ve en la foto perteneciente a Robert Mottar, New York 1959 (fig. 03). La
construcción provee la estructura y la gente provee materialidad. Esta
conjunción nos permite considerarlo un ¨edificio¨ en sí mismo. En un sentido
estricto, el edificio no tiene materialidad. La gente es el alma del edificio.
Sin estas personas, el edificio no sería más que la configuración de una
estructura.
Los ejemplos antedichos muestran una invitación a ¨mirar a¨, pero no mirar
hacia algo específico, debemos ignorar todo lo particular para apreciar la
totalidad del gestalt. Un elemento podría dominar la escena, pero es imposible
reducir los conceptos arquitectónicos y artísticos a un simple cuadro. Esto es
una suerte de ¨apercepción¨ del espacio.
Publicado en Ellibrepensador.com, 1 de Octubre de 2009. CIF: B-99216863 | ISSN: 1989-2624
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